En el cementerio (Bella)

Ya hacía de noche. No pude estar encerrado todo el tiempo en la Guarida, así que decidí salir. Aparecí en el cementerio... no tenía rumbo fijo, así que Aparecí enfrente de una tumba y me senté en la lápida.

Estaba pasenandome por el cementerio, cuando me di cuenta de que alguien habia por ahi, anduve en silencio, con mi capa puesta pero armada de mi varita, ojala estuviera aqui mi señor, el sabria lo que hacer, fui con cuidado hacia la presencia e intente vislumbrar su rostro, abri la boca con una sorpresa, poniendome una mano en mi boca.
-Mi señor? Es usted, esta usted aqui conmigo, me elogia con su llegada?-pregunte arrodillandome ante el.

Off:Lord,los Potter estaban enterrados en Grodic's Hollow

Escuché unos pasos y me puse en guardia por si venía un pobre diablo para terminar con él si me viera. Pero no... no era ningún pobre diablo. Era mi Bella... mi Bellatrix del alma.

Se me acercó, se puso la mano en la boca sorprendida. -Sí, soy yo...! Afirmé con una voz ronca.

Después se arrodilló ante mí. Me agaché un poco y toqué sus manos tratando de levantarla, pero sabía que esa era su forma de saludarme y mostrarme su aprecio. Y eso me gustaba muy en el fondo... pero muy pronto iba a cambiar, porqué le daré el lugar que se merece. -Mi Bella...! Empezé con voz ronca... esa voz que a ella la volvía loca. -Siempre estaré contigo y tú estarás conmigo... Hize una pausa corta. -¿Verdad? Le dije con mi misma voz ronca.

Ahora hize algo que no hago muy seguido, pero con ella sí podía hacerlo. -¡Te eché de menos! ¿Por dónde andabas? Pregunté con voz ronca y la abrazé a mí.



OFF: 1º regreso en unas horas cielo ^^
2º ok ^^ edito y pongo otra tumba ^^

Mi señor me atendio tal y como yo quise, siempre habia sido asi de bueno y caballeroso conmigo, le sonrei y le acaricie sus manos con las mias, mirandole con una sonrisa de oreja a oreja, me dijo aquello, yo solo me limite a sonreirle.
-Claro que si mi señor, siempre estare con usted, nunca me separare de usted!!!-dije feliz y abrazandole.

Me abrazó felíz. No tenía ni la más mínima duda de que me quiería. Y era totalmente correspondida. La única mujer que podía despertar en mí sentimientos humanos. No por nada planeamos deshacernos de su inútil marido que "desgraciadamente" ha muerto. (OFF: me dices si empiezo divagar tonterías jiji xD)

Me dijo lo que siempre esperé. Jamás se iba a separar de mí, jamás me iba a traicionar. Por eso mismo la elegí como mi mano derecha... y eso jamás va a cambiar.

-¡Me alegro, mi Bella! Porqué fíjate que te tengo una nueva misión! Le dije con mi típica voz gruesa. -Cada día que pasa me siento más y más débil...! No sé porqué, pero desde ese último maldito duelo que tuve con Potter me siento extraño... siento que ya no tengo las mismas fuerzas de antes...! Y tengo que averiguar el porqué será...! Ese maldito niño es la clave! Le dije con un odio en mi mirada de serpiente... mis ojos ya agarraron esa forma de serpiente y mis fosas nasales se hacían más agudas y más parecidas a las de una serpiente.

Le abrace como podia abrazar a mi señor, le sonrei y escuche lo que quiso decirme, ese estupido niño volvia a hacer daño a mi señor, jamas lo permitiria mientras yo estuviera viva, le puse una mano en la mejilla de mi señor al verle tan enfadado, le mire fijamente:
-Mi señor, por favor no se altere, hare lo que este en mi para que ese niño no vuelva a causaros mas problemas de los que os causo, siempre le he sido fiel y nunca le he dejado solo, pues ahora menos lo haria....se lo juro mi señor...-dije de nuevo arrodillandome ante el, cuanto le habia extrañado...

Creía en cada palabra, en cada silaba que mi Bella decía. Era la única mujer que me poseía y a quién le podía confiar mis secretos... la única mujer que he amado, aunque siempre he tenido una manera muy peculiar de amar.

Ví como se arodillaba ante mí y le cogí los brazos. -¡No lo hagas, mi Bella! Jamás te arodilles ante nadie! Dije con la misma voz ronca de siempre y a la que a ella le atraía. -¡No te dejes pisotear por nadie! Una pequeña lágrima - algo muy raro en mí - rodó por mi mejilla y rápidamente me la limpié. Volví a sostener a la única mujer, dueña de mi cuerpo y de mi ser, entre mis brazos. -¡Lo sé! Sé perfectamente que jamás me traicionarías, mi Bella! Por eso mismo te lo estoy pidiendo. ¡Averigua! Que tengo mis sospechas de que algo está pasando... algo que me huele muy mal...!

Y como siempre, a mí me interesó ella como persona también. Así que respiré hondo y le pregunté por ella... como se siente ella. -¿Y tú? ¿Cómo te sientes, Bella? ¿Necesitas algo? Siempre era caballeroso y tierno con ella. Ella lo sacaba todo lo bueno - si hay algo bueno - de mí.

Me levanto del suelo y me pidio aquello, mi señor pocas veces tenia esos sobresaltos tiernos, y agradeci que los tuviera conmigo, pues yo habia sido la unica a la que colmaba de aquellos capichos y de aquellos mimos tan poco habituales en el:
-Hare lo que este en mi mano, para averiguar que es lo que esta pasando con vos mi señor, no descansare hasta que usted descanse en paz mi señor...-dije inclinando la cabeza levemente en señal de respeto, luego me pregunto acerca de mi, preguntandome que tal estaba:
-Ya sabes como siempre, libre y a mi aire, exceptuandole a usted, siempre estoy disponible para cualquiera de sus misiones, siempre esoty para usted, trateme como una sirvienta pues eso soy yo para vos.

Quize hacer una broma para detensionar el ambiente. Le escuché detenidamente y cuando dijo lo de descansar en paz sonreí - muy poco habitual en mí - . -¡Ey ey ey! Como que ¿descansar en paz? Tampoco estoy muerto jejeje. Reí levemente. Al ver como me miraba le expliqué. -¡Era una broma, mi Bella! Jeje.

-Sabes que siempre me importa tu estado de ánimo, todo lo que te pasa! Eres la única mujer, mi única dueña con la que compartía mi vida sin ningún tipo de problemas ni reparos. Le dije. -¡Y me importas... me importas... y mucho! Le levanté la cara para mirarle los ojos. -¿Alguna vez te han dicho que tienes muy lindos ojos? Me ponía bastante romántico... justo eso es mi debilidad: Bellatrix.

Cuando dijo aquello de descansar en paz me puse algo nerviosa, mi amo me habia entendido mal y a lo mejor estaba molesto, me odie por aquello, hasta que dijo que era una broma, suspire, mientras le sonreia con inocencia.
-Oh mi señor, con eso no se juega, me asustaste realmente...pense que usted se enfadaria conmigo y yo no quiero que usted esto yo...-se me trabo la voz y me puse nerviosa, estar con mi amo me ponia algunas veces nerviosa, porque no sabia como actuar.
Me hablo de lo bonitos que eran mis ojos.
-Pues si le digo la verdad, nunca nadie me lo habia dicho...

Noté lo nerviosa que estaba. Sonreí y la abrazé fuertemente a mi pecho. A veces sentía la necesidad de sentir su calor, de sentirle el corazón latiendo junto al mío. No... definitivamente, o me estaba volviendo loco, o me ganó el amor. -¡No te preocupes, mi Bella! ¡Núnca me podía enojar contigo! ¡Jamás! Mis brazos transmitían seguridad y calor... quizás amor... pero solo para ella.

Sonreí ante lo que dijo. Me alegré y me emocioné al ser yo el primero quién la complimentaba a aquella bella mujer. -Mm... pues me alegro ser el primero que te complimenta! Sonreí... por primera vez en mi vida dejé que mi Bella me viera sonreír. Y la verdad se sentía tan bonito. En definitivo, esto era un día peculiar para mí. -¡Y lo escucharás muchas veces más! Porqué... ¿sabes? Y sin decir nada, le agarré la cara y le dí un beso como núnca antes había dado a alguien: de todo corazón y he puesto mucho amor en él. Me separé y la miré. -¡Te quiero, Bella! Volví a besarle.


OFF: ya vengo corazon ^^ 1 hora y tu amo está de regreso

Me volvio a abrazar y le sonrei aceptando gustosa su abrazo, cerrando los ojos y sientiendo a mi señor.
-Gracias por estos momentos mi señor, me siento muy amparada por vos...-dije sonriendole y al momento senti los labios de mi señor sobre los mios, abri los ojos y me deje llevar, se separo y me dijo que me queria y me volvio a besar, no dije nada me quede quieta y asintiendo a su beso.
-Desde hace cuanto que sentis esto por mi mi señor?-pregunte.

Esta vez era un abrazo sincero, se podía sentir todo el amor del mundo. Bellatrix era la única mujer que podía despertar aquellos sentimientos en mí.

-¡Siempre, pero siempre te voy a proteger, mi Bella! ¡Con mi vida si es necesario! Le dije, para luego acercar nuevamente mi cara a la de ella. -¿Y tú? ¿Qué es lo que estás sintiendo por mí, Bella? Solamente yo podía decirle de cariño Bella sin que se enojára.

Me preguntó desde cuando sentía este cariño tan especial por ella. Era el momento de la verdad. -¡Desde siempre, mi Bella! Núnca te preguntaste porqué te elegí además de tus dones muuy buenos, perfectos ¿verdad? ¡Justo por eso! Para estar cerca de ti! Pero para aquél entonces ya estabas casada con ese inútil de Rodolphus... discúlpame, perdóname... Le dije. -Y mira que supe esperar todo el tiempo hasta el momento oportuno para decirtelo. Pero ya no lo puedo ocultar más. Ella era mi debilidad: Bellatrix.

-Cualquier ser humano tiene debilidades...! Le dije. -¡Y tú eres el mío! Si alguien te lástima, no sé de lo que soy capáz de hacer! ¡Y tú ya conoces lo que les hago! Sonreí.

-¡Ahora espero esto que te acaba de decir no dañe nuestra relación profesional. Le dije. -Si es así, olvídate de todo. Tenía miedo. Por primera vez en mi vida tenía miedo de que Bellatrix se espantara y se fuera. -¡Castígame, pero no te vayas! ¡Eres algo muy importante en mi vida, Bella! ¡Eres parte de mi vida! Le acarisié la cara.

Me quede callada mientras escuchaba lo que mi señor me estaba contando, le mire y me acerque a el lo justo para acariciarle la cara.
Ahora era el momento en el que le recordaba como era mi señor cuando ibamos al colegio, era guapo, inteligente, un niño prodigio, y traia a todas las chicas locas, tal vez por el echo de que siempre le habia visto como un amigo y mi señor jamas me habria dado cuenta de sus sentimientos.
-Pero mi señor, que diran de ti, le llamaran blando, piadoso, te buscaras por mi culpa, pueden hacerte daño mi señor, yo no quiero eso, por vos doy mi vida y doy hasta mi varita ante el ministerio, volveria a Azkaban de nuevo si hace falta, pero no quiero buscaros problemas mi señor...-dije mirando al suelo triste-nunca me perdonaria que volvierais a desaparecer de mi vida, me importais mi señor...-dije suplicante y mirandole fijamente, acariciandole la mejilla.

La escuché detenidamente... me dí cuenta que aquella mujer que tenía enfrente sí sentía muchas cosas por mí... puedo decir que sentíamos amor los dos. Pero tampoco podía demostrar que soy débil. El amor debilita las cosas.

Cuando bajó su mirada, le levanté la barbilla e hize que me mirára. -¡No te preocupes, Bella! ¡Jamás demostraré debilidad! ¡Eso núnca! Le dije con mi típica voz gruesa que le encantaba. -Sólo quiería que lo supieras...! Suspiré y me fui a sentar en una lápida a descansar. Me sentía un poco débil... y eso para nada eran buenos señales.

-¡No digas eso! ¡Jamás lo digas, Bella! Le dije. La abrazé fuertemente a mi cuerpo. Necesitaba sentirla cerca de mí. -¡No podía soportar que te mueras! Acarisié su lindo cabello.

Al mirarla a los ojos, tambien recordé aquellos tiempos cuando ella y yo ibamos a esos bailes en el castillo. Era la misma de cuando era joven, sólo que más madura, más guapa... y de otro hombre. -¿Sabes lo que estoy recordando? Le pregunté suavemente, con voz firma y gruesa. -¿Recuerdas cuando tú y yo ibamos a los bailes que daban en el castillo? Sonreí. Hablé con mi voz gruesa.

-Como no acordarme mi señor, debo admitir que todas las chicas iban tras de vos...-dije moviendo mis manos aparatosamente, mientras me movia de un lado a otro, mirando a todas partes algo nerviosa.
-Y digame mi señor como es que usted se pasea por aqui...-dije mirandole nerviosa.