Observo a su tía dormir, ultimamente ya ni quería verla, siempre quisquillosa y molesta, nunca penso que llegaría a odiar tanto a alguien. Suspiro, mientras miraba el pateo de la pequeña casa, era tarde y estaba lloviendo fuertemente. Ese era ahora su hogar, luego de la muerte de sus padres. Era su hogar, ero para el no lo era. Su verdadero hogar estaba muy lejos de allí junto con la sonrisa cálida de su madre y los brazos de su padre. Los extrañaba tanto...
Sin pensarlo abrio la puerta del jardín y empezó correr, sin pensar en nada, ni en el porque, ni a donde ir, solo corrió hasta no saber donde estaba. Paro, tomando grandes bocanadas de aire y caminando lentamente. Su mente recién en ese momento pensó en lo que había pasado en esos pocos minutos. Se había escapado....Nunca penso que alguna vez tendría la necesidad de escaparse, ni tampoco penso que lo lograría.
Observo a su alrededor, y se encontró con un callejón oscuro con un gran muro de piedra, ya era tarde, así que se sento en el suelo, con sus rodillas abrazadas y pegadas al pecho. No había dejado de llover, y estaba completamente empapado. Soltó un suspiro mirando el muro.
Al instante, las lagrimas empezaron a caer por su rostro, al principio lentamente, luego caian un tras otra. Bajo su cabeza hasta que quedo apoyada en sus piernas. Sus ojos llenos de tristeza, mirando hacía el suelo. Suspiraba de vez en cuando.
Se había dado cuenta de lo que había echo...se había escapado de su casa, pero realmente eso no era lo que mas le dolia, lo que mas le dolia al pequeño era el echo que jamas volveria a ver sus padres.
- Mama, papa, los extraño- dijo el niño en un solloso quebrado y se quedo en silencio.